Francisco Valdés Arriola, un mostoleño sin calle

Me entero por la asociación cultural de Amigos de la Historia de Móstoles que hubo un mostoleño al que no me consta que el Ayuntamiento tenga reconocido algún honor ilustre, que fue el militar Francisco Valdés Arriola, del que leyendo más en Wikipedia descubro que, nacido en nuestra ciudad en 1788, probablemente en la calle Antonio Hernández, de adolescente comenzó su carrera castrense, y cuando Francia pasó de aliado a invasor de nuestro territorio, a sus 20 años de edad, él concluyó el periplo en campañas militares por el Norte de Europa para volver a España a combatir por la independencia, comenzando como teniente y concluyendo esa guerra, participando en muchísimas acciones -vaya vida de aventuras-, como capitán.

Admito que yo en aquel conflicto me habría dejado seducir por esa gran parte de ilustrados y masones que fueron tildados de afrancesados, convicción que mi padre siempre me recomendaba no exhibirla apasionadamente en la villa de Andrés Torrejón, pero leo más de Francisco Valdés y se incrementa en mí la admiración de la que debe ser acreedor.

Y es que él creyó luchar por la libertad, y tras contribuir a la reposición de Fernando VII al trono éste demolió el sistema constitucional incipientemente liberal de 1812. Comprometido con el constitucionalismo, el ya teniente coronel Valdés se unió a Rafael del Riego, el que da nombre al himno hoy de los republicanos y entonces canción de sus huestes, y se lanzó a la guerra contra el absolutismo, nuevamente recorriendo España, y alrededores, en escaramuzas, batallas y campañas por la libertad, hasta tenerse que retirar al exilio.

Terminado el absolutismo pudo volver a su empleo militar a España, participando ahora contra los carlistas, que todos sabemos que eran unos señores abiertamente antiliberales. Y ojo, que entonces, que el incipiente movimiento obrero aún no se había organizado políticamente, los liberales eran la izquierda política. En su vida Valdés obtuvo la cruz laureada de segunda clase de San Fernando y el título de caballero de la orden de San Hermenegildo, fue Mariscal de Campo, teniente general y capitán general de Extremadura.

Y no encuentro que haya ninguna calle o plaza en Móstoles con su nombre. Pocos mostoleños hay que hayan alcanzado tanta gloria, que sí, que guerrear está mal, estamos de acuerdo, y a saber las barbaridades que se hacían entonces, pero como hombre de su tiempo, ese mostoleño fue un gran hombre de su tiempo.