La derogación de su Programa Máximo por el PSOE

Tras 145 años, los mismos que tenía de antigüedad el Partido Socialista Obrero Español, en su último y 41º Congreso éste se desprendió de su Programa Máximo. Ahora, desde entonces, el PSOE ya no tiene Programa Máximo que recoja cuál es su utopía, el ideal de sociedad hacia el que dirigir su acción política como Partido.

Hasta el 1 de diciembre de 2024, el Programa Máximo en su primera redacción provisional aprobado el 20 de julio de 1879 era el expresamente ratificado en el previo 40º Congreso federal de 2021 en el art. 3 de los Estatutos ahí aprobados, tanto en su punto 5 («unidad de pensamiento fundamental que se contiene en su Programa Máximo») como en el 6 («Entre el Programa Máximo y la acción política media el ancho campo de los programas transitorios y sectoriales, así como la definición de estrategias y tácticas para llevarlos a cabo»).

Hagamos un poco de Historia, con H en mayúscula, que es Historia de España.

Acta fundacional de la Agrupación Socialista Madrileña

El 2 de mayo de 1879 se constituyó en Madrid no el PSOE, sino un grupo local (posteriormente denominado Agrupación Socialista Madrileña), «con objeto de fundar un partido que se denominaría socialista y obrero» como puede comprobarse en el acta de constitución levantada, y se designó una Comisión redactora de un proyecto de programa y bases de la organización, encabezada por Pablo Iglesias, para hasta cuando «un Congreso obrero los ratificase o enmendase» (acabaría siendo el Congreso fundacional del PSOE, nueve años después), acordándose «convocar a una nueva reunión para discutir el proyecto de la Comisión».

La citada siguiente reunión de lo que consta en acta como grupo promotor del Partido tuvo lugar también en Madrid semanas después, el 20 de julio del mismo año, en la que aparte de elegirse la primera «Comisión ejecutiva», ya así con esta denominación, encabezada por Pablo Iglesias, previamente a propuesta de éste se aprueba el Programa Máximo provisional (hasta que «un Congreso obrero los ratificase o enmendase») del que ya proponen denominarse Partido Socialista Obrero Español, al parecer sobre un borrador que sin ser miembro de la Comisión redactora le había preparado Francisco Mora Méndez.

Dicho texto provisional se va intercambiando con otros grupos locales que el grupo madrileño va promoviendo en otras ciudades, primero Guadalajara, Barcelona y Zaragoza, el segundo de los cuales tenía objeciones con la segunda parte del texto, por lo que en la reunión de los madrileños del 5 de octubre de 1879 se aprobó la formación de una Comisión conjunta con los barceloneses, alcanzándose un acuerdo en la redacción del Manifiesto-Programa como aprobó aquél el 18 de abril de 1880.

La primera publicación del Programa Máximo del PSOE aparece en el prospecto previo de su periódico «El Socialista», que posteriormente sería confirmado en el primer número de dicha publicación el posterior 12 de marzo de 1886. Recordemos que el programa y bases de la organización eran expresamente provisionales hasta cuando «un Congreso obrero los ratificase o enmendase», y así fue en el I Congreso del PSOE, el fundacional del Partido, celebrado en Barcelona del 23 al 25 de agosto de 1888, unificando por fin a las Agrupaciones Socialistas locales bajo la coordinación de un Comité Nacional nombrado por la Agrupación Socialista Madrileña, así también presidido por Pablo Iglesias, y aprobando el primer día definitivamente el Programa Máximo del Partido como publicó «El Socialista» en su número semanal del siguiente 7 de septiembre de 1888:

Considerando:
Que esta sociedad es injusta, porque divide a sus miembros en dos clases desiguales y antagónicas: una la burguesía que, poseyendo los instrumentas de trabajo, es la clase dominante; otra el proletariado, que, no poseyendo más que su fuerza vital, es la clase dominada;
Que la sujeción económica del proletariado es la causa primera de la esclavitud en todas sus formas: la miseria social, el envilecimiento intelectual y la dependencia política;
Que los privilegios de la burguesía están garantizados por el poder político, del cual se vale para dominar al proletariado.

Por otra parte:
Considerando que la necesidad, la razón y la justicia exigen que la desigualdad y el antagonismo entre una y otra clase desaparezcan, reformando o destruyendo el estado social que los produce;
Que esto no puede conseguirse sino transformando la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad común de la sociedad entera;
Que la poderosa palanca con que el proletariado ha de destruir los obstáculos que a la transformación de la propiedad se oponen ha de ser el poder político, del cual se vale la burguesía para impedir la reivindicación de nuestros derechos.

El Partido Socialista declara que tiene par aspiración:
1º. La posesión del poder político por la clase trabajadora.
2º. La transformación de la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad colectiva, social o común. Entendemos por instrumentos de trabajo la tierra, las minas, los transportes, las fábricas, máquinas, capital-moneda, etc.
3º. La organización de la sociedad sobre la base de la federación económica, el usufructo de los instrumentos de trabajo por las colectividades obreras, garantizando a todos sus miembros el producto total de su trabajo, y la enseñanza general científica y especial de cada profesión a los individuas de uno u otra sexo.
4º. La satisfacción por la sociedad de las necesidades de los impedidos por la edad o por padecimiento.

En suma: el ideal del Partido Socialista Obrero es la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión de una sola de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes.

Incluso cuando forzado por Felipe González el Congreso extraordinario del PSOE de los días 28 y 29 de septiembre de 1979 dejó de considerarse un Partido marxista, su Resolución política reivindicó como Declaración de Principios dicho Programa Máximo, y poco después la segunda parte del Programa Máximo (desde «El Partido Socialista declara que tiene par aspiración»), pasó a incorporarse al carnet de militante como tal Declaración de Principios, hasta hace ahora un par de décadas en que se simplificó en carnet en formato de tarjeta de plástico rígido.

Y así ha sido hasta el 41ª Congreso federal del PSOE, del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2024, el año pasado, en que por primera vez en la Historia del Partido nuestro Programa Máximo ha desaparecido de las resoluciones y Estatutos aprobados.

La derecha, en todo el Mundo, vuelve a su propio programa máximo global y común como hace un siglo. Argentina y en España la Comunidad de Madrid avanzan libremente, sin complejos, hacia la utopía ultraliberal de la mano de Milei y Díaz Ayuso; EEUU e Israel, como apisonadoras, corren hacia la utopía segregacionista con Trump y Netanyahu; Rusia viola flagrantemente el derecho internacional en su utopía imperial en búsqueda de su propio «espacio vital»; los diputados posfascistas y sus colaboracionistas copan la mitad de los escaños del Parlamento Europeo… la derecha global, ha abandonado la inspiración democristiana y roto el pacto moderador con la socialdemocracia, y encomendada a la manipulación con nuevos medios de propaganda política corre desbocada a «hacer caja» limitando la libertad a la de mercado, negando la igualdad al poner los poderes públicos al servicio de las oportunidades de los poderosos, despreciando la solidaridad y ridiculizando la justicia social que la mayoría necesitamos, condicionando el Estado de Derecho, relativizando los Derechos Humanos, reduciendo la democracia a iliberal…

Es legítimo que desde la izquierda, no sólo en España, frente a su Programa Máximo les confrontemos el nuestro para forzales a negociar la moderación o, si acabamos como hace un siglo, aprovechar para -¿por qué renunciar?- superar su sistema capitalista y construir otro paradigma social. Ellos, los antiguos democristiano, han roto el pacto moderador que, para conjurar riesgos totalitarios, en Europa dio lugar al Estado del Bienestar que ahora, en cuanto pueden, desmontan. Son sus reglas del juego, y, como nos las imponen, debemos jugarlas. No importa si queremos o no: va a ser así. No les vamos a cambiar. Por las buenas no les vamos a cambiar.

La militancia socialista estamos convocados a devolver nuestro Programa Máximo al Partido. Ya tenemos una tarea para nuestro 42º Congreso.

Último carnet del PSOE en papel
Último formato en papel del carnet de militante del PSOE